Buenos días, Jesús amado, Pan vivo bajado del cielo, que vienes a nuestro encuentro en cada Eucaristía. Hoy, en este jueves sacerdotal, te saludamos con gratitud y esperanza, reconociendo tu presencia que alimenta y fortalece nuestra fe. 
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que guiaste a tu pueblo en el desierto y revelaste tu ley en el Sinaí, ven a librarnos con el poder de tu brazo. Haz que tu justicia ilumine nuestras sendas y tu misericordia sostenga nuestras vidas. 
El profeta Jeremías anuncia el renuevo del tronco de David, un rey justo y prudente que traerá paz y salvación. Hoy reconocemos en ti, Jesús, el cumplimiento de esa promesa, y te pedimos que renueves nuestra esperanza en medio de las pruebas. 
El salmo proclama: “Ven, Señor, rey de justicia y de paz”. Haz que tu juicio inspire a quienes gobiernan, legislan y juzgan, para que defiendan a los pobres y desvalidos, y que sus decisiones reflejen tu verdad y tu compasión. 
José, hijo de David, escuchó tu voz en sueños y recibió a María con obediencia y fe. Enséñanos a acoger tu voluntad con la misma confianza, y a reconocer en cada acontecimiento la obra del Espíritu Santo que nos guía. 
Hoy elevamos nuestra súplica por los Legisladores, Magistrados, Jueces y Autoridades. Concede que sus corazones se abran a la justicia verdadera, que sus decisiones protejan la dignidad humana y que su servicio sea reflejo de tu amor redentor. 
En este jueves eucarístico, recordamos que tu Cuerpo entregado es fuente de unidad y reconciliación. Haz que cada sacerdote sea fiel ministro de tu gracia, y que su vida sea testimonio de entrega generosa al servicio del pueblo de Dios. 
Oh Emmanuel, Dios-con-nosotros, que naces de María por obra del Espíritu, fortalece nuestra fe en tu cercanía. Que tu presencia transforme nuestras comunidades y nos impulse a vivir en fraternidad, justicia y paz. 
Buenos días, Jesús, que vienes como Pastor y Rey. Te entregamos este tercer día de la Novena de Aguinaldo, confiando en tu poder y tu ternura. Haznos testigos de tu amor, servidores de tu justicia y portadores de tu paz. 
Amén.
ORACIÓN DE LA MAÑANA