Este 18 de julio se cumple un nuevo aniversario del atentado a la AMIA, el ataque terrorista más grave de la historia argentina, que dejó un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos.
El 18 de julio de 1994, a las 9:53 de la mañana, una camioneta bomba explotó frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Pasteur 633, pleno corazón del barrio porteño de Once. El ataque no solo destruyó el edificio, sino que marcó para siempre a la comunidad judía argentina y al país entero.
A 31 años del atentado, familiares de las víctimas, sobrevivientes, organizaciones sociales, dirigentes y ciudadanos se reúnen una vez más para rendir homenaje, renovar el pedido de justicia y exigir que el crimen no quede impune. La causa judicial, plagada de irregularidades, encubrimientos y demoras, aún no ha logrado esclarecer quiénes fueron los autores materiales e intelectuales del atentado.
Este nuevo aniversario se conmemora con un acto central frente a la sede reconstruida de la AMIA, donde se leerán los nombres de las 85 víctimas fatales, se mantendrá un minuto de silencio a la hora exacta del atentado y se reiterará el reclamo por el avance en la causa.
El lema de este año es: "31 años de impunidad. Memoria y justicia". La consigna refleja la indignación por la falta de resultados concretos en la investigación y la necesidad de mantener viva la memoria colectiva como herramienta contra el olvido.
A más de tres décadas, el atentado a la AMIA sigue siendo una herida abierta en la historia argentina. Recordar no solo es un acto de homenaje: es una forma de exigir que el terrorismo no tenga lugar, y que la verdad y la justicia prevalezcan sobre la impunidad.
A 31 años del atentado a la AMIA: memoria, justicia y reclamo de verdad
