Cada 21 de octubre se conmemora el Día Internacional del Ahorro de Energía, una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de usar de manera responsable los recursos energéticos y promover hábitos que contribuyan al cuidado del planeta.
El objetivo de esta jornada es generar conciencia sobre la necesidad de reducir el consumo innecesario de energía, fomentar el uso de fuentes renovables y adoptar prácticas sostenibles tanto en el hogar como en los espacios de trabajo.
Pequeños gestos cotidianos, como apagar las luces que no se utilizan, desenchufar los aparatos eléctricos, aprovechar la luz natural o elegir electrodomésticos eficientes, pueden tener un gran impacto en el ahorro energético y en la reducción de las emisiones contaminantes.
En un contexto global marcado por el cambio climático, el ahorro de energía no solo significa pagar menos en la factura de luz, sino también proteger el ambiente y asegurar un futuro más sustentable para las próximas generaciones.
El desafío es colectivo: gobiernos, empresas y ciudadanos deben comprometerse con políticas y acciones que impulsen una transición energética justa y responsable, basada en la eficiencia, la educación ambiental y el respeto por los recursos naturales.
Las imágenes son de General Rodríguez, Buenos Aires.