Cada 13 de julio se celebra en Argentina el Día de la Tejedora, una fecha que rinde homenaje a una de las tareas más antiguas, creativas y valiosas de nuestra cultura: el arte de tejer. Esta actividad, muchas veces heredada de generación en generación, es parte fundamental del trabajo artesanal y textil que forma parte del patrimonio cultural argentino.
El tejido no solo es una técnica, sino también una expresión de identidad. Desde los pueblos originarios hasta las nuevas generaciones de emprendedoras, las tejedoras han sabido mantener viva una tradición que combina habilidad manual, paciencia, diseño y amor por lo hecho a mano. En zonas como el norte argentino o la Patagonia, el tejido artesanal es también una forma de sustento económico y de preservación cultural.
Esta fecha busca visibilizar y valorar el rol de las tejedoras, muchas veces invisibilizado o desestimado. En un contexto donde el consumo rápido gana terreno, el trabajo artesanal representa lo opuesto: tiempo, dedicación y una conexión directa entre quien crea y quien recibe la prenda.
Hoy, más que nunca, es importante reconocer a las tejedoras de nuestro país, su esfuerzo, su creatividad y su compromiso con una práctica que teje no solo lana o hilo, sino también historias, comunidad y tradición.
Aplaudo a mi hija, una Gran Tejedora, por todo lo que logro y seguirá logrando...
FELICIDADES MARIANELLA MEDINA.-
LUMAR
Tejidos