Gracias, Dios amado, porque en cada instante del día caminas junto a mí. Gracias por acompañarme a donde quiera que vaya, por permitirme llegar y regresar seguro a casa. Padre celestial, te agradezco por guiar mis pasos y alejarme del mal.
Te pido que tu presencia me acompañe hoy, dándome seguridad en cada paso que dé, al iniciar un nuevo proyecto y al tomar decisiones importantes. Dame la sabiduría que necesito para prosperar y para no caer en las trampas del enemigo.
Mi vida entera te pertenece, Dios santo. Fortalece mi fe y ayúdame a ser constante en la oración. Permíteme conocerte cada día más para poder compartirte con mi familia y amigos. Señor inigualable, que tu protección nunca se aparte de mí.
Amén.