Gracias Padre por  tu bondad y cariño, por tu fidelidad y por ser siempre mi refugio. Gracias mi Señor por demostrarme tu amor a diario en las maravillosas bendiciones que poco a poco colocas en mí.
Gracias porque estás al pendiente de mis pasos y  sueños. Ayúdame a poder alcanzar cada anhelo, quiero estar siempre con la felicidad de ser hijo tuyo y de que me acompañas con ternura.
Dios mío, no dejes que el dolor ni la angustia sea más fuerte que mis fuerzas. Dame la calma en el momento adecuado, que cuando esté en la zona de batalla, mis dones se incrementen por la acción de tu Espíritu Santo y me ayuden a salir victorioso de ese momento.
Recuérdame siempre Señor, que tengo que ser agradecido, por amor, no por costumbre u obligación, no permitas que mi mente crea en algún momento que no necesito de Ti.
Quiero caminar contigo en fe y en rectitud para conseguir con bien las cosas que anhelo. Y si la mayoría de cosas, no salen como espero, ayúdame a hacer una pausa para respirar y continuar con lo que resta, no quiero que mis desánimos me hagan retroceder, te lo pido Señor. Porque solo Tú eres el Santo rey del universo, el Dios paciente y amoroso, mi corazón te aclama: ¡Gloria a Ti mi Señor!
Te pido por las personas que no tienen la fuerza suficiente para cargar con su cruz en las enfermedades, en los problemas financieros o de violencia familiar. Ayúdalos a mantener la calma y a refugiarse en Ti para pensar y actuar mejor en cada momento turbio, acompáñalos Señor, necesitan de tu amor.

Amén.